Dourojeanni Opina

OPINIÓN | Cuestiones de ética y de idioma en la literatura técnica / Escribe Marc Dourojeanni

Foto: Andina.

Escribe Marc Dourojeanni*

Es muy común que quien hace investigación científica y la publica, observe que los autores modernos ignoran los antecedentes ya publicados de los trabajos que realizan. Esto es típico de los que publican en inglés sobre temas latinoamericanos, para los que simplemente no existe información anterior si esta no está disponible en ese idioma. Pero, últimamente están recrudeciendo los casos en que publicaciones científicas, inclusive con participación de peruanos y publicadas en buen castellano, no citan antecedentes evidentes y casi obligatorios, como queriendo dar la impresión de que ellos “descubrieron la pólvora” y, por eso, a veces cometiendo errores groseros. Tres ejemplos se presentan a continuación.

El primero es el caso del artículo “Hunters and hunting in indigenous communities and colonists on the forest-agriculture frontier: an ethnozoological study of the Peruvian Amazon[i] publicado en 2018 en la revista Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine, escrita por ocho investigadores. El trabajo que ese equipo no tiene nada de errado pero sus resultados serían mucho más interesantes y válidos si hubieran llevado en cuenta que, comenzando en 1966, se han realizado y publicado varios trabajos científicos similares, realizados inclusive en el mismo lugar y con técnica comparable, que deberían ser citas obligatorias por lo menos como antecedentes y ciertamente para efectos comparativos. La causa parece ser que casi todos esos trabajos previos, excepto dos (uno de los que está en inglés y que tampoco está citado) fueron publicados en revistas científicas peruanas y en castellano. El trabajo comentado cita siete trabajos sobre caza en la Amazonía peruana que tienen relación con el tema por ellos desarrollado, algunos de los cuales tienen autores peruanos. Pero el detalle es que todos esos trabajos citados, sin excepción, están escritos en inglés.

El segundo ejemplo es la reciente publicación de un “Mapa Nacional de Ecosistemas del Perú”, que además fue aprobado mediante resolución ministerial[ii]. Como en el caso anterior, aunque sea discutible el criterio adoptado en ese trabajo para definir ecosistemas, no hay nada básicamente equivocado en ese ejercicio, que es muy general. Lo que sí es chocante es que el texto de esa publicación ni siquiera menciona el “Mapa de las Zonas de Vida Natural en el Perú”[iii] publicado por la Zona Andina del Instituto de Ciencias Agrícolas de la Organización de Estados Americanos en 1960 y que fue el resultado de una década de intenso trabajo de campo del científico Joseph Tosi y de sus colegas peruanos. Aunque a nadie en esa época se le ocurrió aprobar ese estudio detallado, ni los siguientes hechos por la Oficina Nacional de Recursos Naturales (Onern)[iv], mediante un dispositivo legal, ese trabajo orientó todas las acciones del Gobierno peruano relacionadas a conservación de la biodiversidad, plantaciones forestales, desarrollo agropecuario y al desarrollo en general, entre 1960 y hasta después de 1990. El estudio de Tosi, así como el seguimiento del mismo hecho por la Onern, sirve esencialmente para lo mismo que lo desarrollado en 2018 por el Ministerio del Ambiente, pero es muchísimo más preciso, detallado y, sin duda, más útil. No usar y, peor, ni siquiera mencionar esos antecedentes es absurdo.

El tercer ejemplo es, asimismo, reciente. Se trata del documento “Cartografía histórica de áreas naturales protegidas y territorios indígenas en la Amazonía peruana”, que es un capítulo de un estudio que con el mismo título abarca toda la Amazonía[v] y que es presentado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG)[vi]. Esta institución viene aportando información comparada periódicamente actualizada sobre la Amazonía, que se caracteriza por ser seria, de gran importancia y de mucha utilidad para quien desee conocer la realidad amazónica. Por eso, fue sorprendente constatar que en el capítulo referido se omiten completamente decenas de referencias sobre la historia y la realidad de las áreas naturales protegidas del Perú y que, en consecuencia, el texto es deficiente. Parte del texto parece haber sido inspirada casi textualmente de una publicación previa, a la que por cierto no se cita[vii].

Como visto, los tres ejemplos… y hay muchísimos más, tienen como denominador común desconocer los antecedentes publicados de sus trabajos, haciendo parecer que ellos son más originales de lo que realmente son. Y, haciéndolo, pierden la oportunidad de informar mejor a los lectores y de correlacionar resultados del pasado con los del presente. Si el motivo de eso no es la arrogancia y el desprecio por los científicos que los precedieron, solo puede deducirse que sea fruto de una revisión bibliográfica mal hecha o, en todo caso, discriminadora de lo que no fue publicado en inglés.

Publicar en castellano o portugués es casi como no publicar, pues a pesar de que hoy es muy fácil y barato hacer traducciones de buena calidad a cualquier idioma, especialmente al inglés, los autores no se dan ese trabajo. Simplemente ignoran todo lo que, pese a ser útil y hasta decisivo para sus estudios, no está publicado en revistas extranjeras en inglés. Es como si lo publicado antes y sobre lo mismo en castellano o portugués fuera indigno de figurar en un artículo en inglés. Apenas citan lo que no pueden evitar, como leyes y estadísticas oficiales y poco más. Esa práctica siempre fue común en autores pero lo que entristece es que cada día es más practicada por autores latinoamericanos que escriben en inglés. Dicho sea de paso, aunque ese no es el caso de los tres trabajos citados, se han visto algunas publicaciones en inglés que son enteramente inspiradas y, en algunos casos prácticamente plagiados de trabajos previos en español y portugués a los que cuidadosamente eluden citar. Esos casos, felizmente no tan frecuentes, son muestras de absoluta deshonestidad académica.

Foto: Otto alegre / SPDA.

La lección para los investigadores jóvenes podría ser que deben publicar en inglés… y realmente, bajo el ángulo de crecimiento personal, eso es recomendable. Todo joven que desea ser científico debería leer, escribir y hablar el idioma inglés, tal como ya lo hacen franceses, alemanes y hasta chinos y rusos. Eso tiene sentido en un mundo en que lo más global o universal es, precisamente, la ciencia. Lamentablemente, en América Latina como en el Perú, la inmensa mayoría de los habitantes y de los estudiantes, así como gran parte de los científicos, no domina ese idioma y, si se publica en inglés y en revistas extranjeras, se priva a muchos del conocimiento revelado. El autor de esta nota ha publicado en inglés, francés, portugués y castellano y es testigo de que el reconocimiento de lo publicado en inglés es desproporcionadamente mayor que el recibido por trabajos escritos en castellano y portugués. Pero también tiene la evidencia de que si de algo sirve lo que publica, eso es lo que está en esos dos idiomas usados por la mayoría. El resto engrosa los millones de artículos en inglés que solo sustentan más y más artículos, que en su mayoría muy poco aportan. En esta nota, por cierto, se han comentado estudios sobre uso o manejo de recursos naturales o ambiente. Es evidente que trabajos fundamentales de ciencia básica, por ejemplo, deben casi obligatoriamente ser traducidos o escritos en inglés para poder ser más útiles.

El otro ángulo de esta nota se refiere al tema de la generosidad y del respeto a los predecesores. No citar a los autores anteriores, además de lo ya mencionado, es una demostración de soberbia y es, por cierto, un desestímulo para la investigación. No se trata de llenar páginas de antecedentes sin relación directa con el tema o que no le aportan nada, se trata de ser justo y correcto. En los tres ejemplos mencionados es obvio que esa pauta no se cumplió.

[i] https://ethnobiomed.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13002-018-0247-2
[ii] http://www.minam.gob.pe/ordenamientoterritorial/2018/12/21/minam-aprueba-el-mapa-nacional-de-ecosistemas-del-peru-como-una-herramienta-de-gestion-para-el-desarrollo-armonico-del-territorio/
[iii] Tosi, Joseph. 1960, Zonas de Vida Natural en el Perú. Zona Andina. Boletín Técnico N0 5. Instituto de Ciencias Agrícolas de la OEA. Lima, 270p. ­+ mapas + anexos.
[iv] http://library.wur.nl/isric/fulltext/isricu_i00006671_001.pdf
[v] https://www.academia.edu/34560358/Cartografia_historica_de_ANP_y_TI_en_la_Amazonia_2017.pdf
[vi] ONERN. 1976. Mapa Ecológico del Perú. Memoria Explicativa. Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales, Lima.  274 p. + Mapa (https://www.amazoniasocioambiental.org/es/).
[vii] http://infobosques.com/portal/noticias-y-eventos/opinion-los-presidentes-peruanos-1960-2016-y-la-conservacion-de-la-naturaleza/

*La sección “Debate Abierto” es un espacio de Actualidad Ambiental donde diversos especialistas publican artículos o columnas de opinión. Las opiniones son enteramente responsabilidad de los y las columnistas.

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