[Opinión] Milagro en Paracas / Por Pedro Solano

Foto: Agencia Andina

Escribe Pedro Solano / Director ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental

@PedroPsolano

 

Después de más de 40 años de establecida, por fin la Reserva Nacional de Paracas ha habilitado una infraestructura integral de servicios turísticos. Y es que a veces lo bueno tarda en llegar. Ahora el veraneante de la playa La Mina, por ejemplo, podrá estacionar su auto en un parqueo, acceder a la playa mediante escaleras e ir a un baño. En total son 23 instalaciones de primerísimo nivel, muy bien integradas al paisaje y que incluyen baños, miradores, zonas de parqueo, puestos de control y mejoramiento de caminos y señalización. Estas obras han sido ejecutadas con financiamiento de Mincetur – Copesco a un costo aproximado de 18 millones de soles. Pero ¿por qué ha tomado tanto tiempo hacerlas?

Para llegar a resolver estas inversiones ha tenido que recorrerse un camino largo y complicado: las áreas naturales protegidas (ANP) son administradas por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), que pertenece al Sector Ambiente, pero ellos no tienen competencia para las inversiones en turismo en el país, las cuales están a cargo de Mincetur. A su vez, Mincetur no puede planificar y ejecutar directamente obras dentro de las ANP, ya que cualquier intervención requiere estar enmarcada en un Plan Maestro, Plan de Uso Turístico y planes de sitio que corresponde aprobar al Ministerio del Ambiente y al Sernanp respectivamente.

Foto: Andina

El turismo y la recreación en las ANP es una de las razones más antiguas para su establecimiento y una de las estrategias más poderosas para promover la educación, el orgullo e identidad entre el poblador y su patrimonio natural. Es por supuesto también, la estrategia más utilizada en los países del mundo para que estos espacios generen ingresos que permitan darles sostenibilidad financiera, mantener y potenciar los servicios de la naturaleza, y generar empleo local. Las economías locales de lugares como Galápagos o Isla de Pascua giran alrededor de sus Parques Nacionales. Entonces ¿cómo se puede agilizar las inversiones necesarias para potenciar el turismo en nuestras áreas protegidas?

En los últimos siete años, Paracas ha incrementado sus visitantes en un promedio anual de 17% ubicándose en el 2016 como la segunda ANP más visitada del país. Ya el 40% de empleos en el distrito de Paracas son generados por el turismo. Es por ello importante consolidar y optimizar una política seria y ejecutiva para que las condiciones que permiten incrementar y organizar el turismo dentro de ANP sean menos burocráticas y más eficientes. No hace sentido que un baño en Paracas haya debido esperar tantos años solamente por un tema de competencias.

El futuro del turismo en las ANP peruanas es altísimamente prometedor, por sus efectos económicos, sociales y culturales. No debemos dejar pasar muchos años más para ver mejoras en los servicios turísticos de otras áreas con gran potencial para el turismo como Nor Yauyos Cochas, Manglares de Tumbes o Salinas y Aguada Blanca. El turismo debe integrarse a la gestión de aquellas áreas donde sea posible y rentable el desarrollo de esta actividad y con ello contribuir a alcanzar los objetivos de conservación de las áreas protegidas y de nuestro Patrimonio Natural.



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